NEOLIBERALISMO Y “BLANQUIZACIÓN” DE CHILE
A propósito del terrorismo de Estado y un desdén gubernamental
Columna de Elikura Chihuailaf
en Revista Poetas Curicanos
“Chile es un país de blancos, donde –gracias a lo benigno del clima- no fue necesaria la importación de negros, y donde la presencia de lo indígena –en el sur de Chile y en las más bajas capas del pueblo- es visible sólo al ojo del experto”, ordenó escribir -en su presentación al mundo, en su centenario- el Estado chileno. Su declaración y norma ideológica fundacional.
El lunes 6 de julio, cuando una delegación de nuestra Gente en la Región Mapuche anunciaba viaje hacia la capital de Chile para intentar un diálogo directo con la presidenta socialista Michelle Bachelet, uno de nuestros Lonko dijo: “Esperamos el uso de la cordura y la razón desde el gobierno central para que alguna vez escuchen de verdad a los mapuche, sin manipulación de por medio”. Pero –como se sabe- al día siguiente, ya en Santiago, otro de nuestros Lonko declaraba a los medios de comunicación chilenos: “Fuimos secuestrados por carabineros en el bus, sin motivo alguno; luego no se nos recibe, aunque la presidenta de Chile corre para recibir a los cantantes o a los empresarios. Esto es un insulto a nuestra calidad de autoridad anterior al Estado chileno, haremos notar nuestra respuesta a esto”.
Frente a tamaña vergüenza, no para nuestras autoridades sino para las autoridades chilenas (que, valga el recordatorio, hasta ahora han sumado importante porcentaje de nuestros votos para su ejercicio como tales), y porque creemos tener la razón: la legitimidad está siempre antes que la legalidad (1), la respuesta de nuestra Gente será –no dudo- profundización del permanente trabajo para afianzar –en el constante cambio del tiempo- nuestra Unidad en la Diversidad (campos y ciudades), y para esmerarnos día a día en la denuncia (especialmente en instancias internacionales) de los abusos del Estado y en la búsqueda del diálogo con la sociedad chilena, cada cual desde el lugar en que la causalidad nos ha situado.
Los Mapuche hemos demostrado -por siglos- que antes de la confrontación privilegiamos –con máxima intensidad- la Conversación: “Witra pvratuge weupiuaymi mi Mapu mew / weñagkvlmi rume ta weupiaymi / mi pu Kuyfikeche reke femtuaymi / chume chi ñi zugukefel egvn // Ponte de pie, parlamenta en tu Tierra / aunque sientas tristeza, parlamenta / como lo hacían tus Antepasados / como hablaban ellos”, nos sigue diciendo el Anciano Julian Weitra, y nos lo están diciendo nuestros Abuelos, nuestras Abuelas, y nuestros padres.
En la “porfiada” esperanza del Ser Humano (se trata nada menos que del primer gobierno femenino en Chile), debo manifestar mi equívoco, pues pensé que la presidenta Bachelet -con su discurso de paridad (“no a la discriminación, de ningún tipo”), diversidad y otras declaraciones de buena intención, mas, constatamos otra vez, carentes en muchos casos de voluntad- “desafiaría” constructivamente al férreo equipo de asesores y “estrategas” que la rodean (empecinados en consolidar el neoliberalismo, en rendir pleitesía al empresariado y a los latifundistas) y acogería la posibilidad de sumar factores para alcanzar una verdadera estatura de estadista que la historia le tenía reservada, pero que al parecer ella no quiso aceptar y que –lamentablemente, más allá de optimistas encuestas- le es en realidad cuestión ya imposible.
En fin, estas breves líneas sólo para manifestar mi credulidad y desasosiego. Me digo, y les digo, a la luz de los hechos nefastos (2), cada vez más reiterados en estos años de “recuperada democracia”, debí al menos haber pensado en que la reacción del gobierno –como ejecutor principal de la ideología de Estado- sería la que ya todos conocemos. Entonces ha de haber sido una actitud que no sorprendió a muchos / muchas, salvo a algunos de nosotros: los “ilusos” de siempre...
“El racismo y, su variante moderna, el fascismo, se caracteriza por un profundo odio al ‘indio’, al mestizo, a las razas ‘impuras’. Este desprecio al ‘indio’, y por extensión al ‘roto’, sigue siendo el signo de nuestra idiosincracia, y el que pigmenta la moral y los sentimientos de toda nuestra maquinaria de clases”, nos está reiterando –en su tan vigente ensayo “Chile: un mito y su ruptura” (1989)- el escritor Jaime Valdivieso.
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(1) Un ejemplo respecto de la “legalidad”: A partir de la dictadura militar, el Estado chileno abiertamente se ha jactado de su “espíritu Portaliano”. El domingo 17 de julio, en el diario La Nación de Santiago, Javier García -en entrevista al historiador Gabriel Salazar- señala: “En una de las cartas de Portales se lee: ‘Esa señora que llaman la Constitución, hay que violarla cuando las circunstancias son extremas’. Y Salazar responde: ‘Cuando Portales fue ministro, bajo su alero se dictó la Constitución de 1833 y la violó cuantas veces fue necesario, obligando a su amigo Mariano Egaña a redactar leyes secretas, que es la negación de una ley. Alteraciones que le sirvieron para su dictadura”.
(2) Subsidios para la proliferación de plantaciones de pinos y eucaliptos en perjuicio del bosque nativo; disminución y contaminación de las aguas; instalación de vertederos y construcción de represas hidroeléctricas en territorio mapuche.
Injustificados, violentos, y reiterados allanamientos a nuestros lof / comunidades (entre las más recientes en Yeupeko Filkun, en persecución a nuestro peñi / hermano Sergio Tralcal): ¿incitación a la violencia para después “justificar”? Treinta y cinco Prisioneros Políticos Mapuche, según reciente informe de la Comisión de Derechos Humanos de la Organización Meli Wixan Mapu / Los Cuatro Lados de la Tierra: Centro de Detención Penitenciario (CDP) de Los Ángeles: Roberto Carlos Manquepi Vita. Centro de Detención Penitenciario de Lebu: Juan Manuel Muñoz Huenuman; Elcides Oliver Pilquiman Liencura; Segundo Ambrosio Ñeguey Ñeguey; Richard Eduardo Ñeguey Pilquiman. Complejo Penitenciario de Concepción “El Manzano”: Ramón Esteban Llanquileo Pilquiman; José Santiago Huenuche Reiman; Luís Guillermo Menares Chanilao; Jonathan Sady Huillical Méndez; César Eduardo Parra Leiva; Norberto Fidel Parra Leiva; Juan Carlos Parra Leiva. Centro de Detención Preventiva de Angol: Omar Eusebio Huenchullan Cayul; Camilo Tori Quidinao; Marcelino Levicura Manquel; Luis Hernán Millacheo Ñanco; Mireya del Carmen Figueroa Araneda (recientemente encarcelada a pesar de que padece cáncer terminal). Centro de Educación y Trabajo (CET) Angol: José Benicio Huenchunao Mariñan; Patricia Roxana Troncoso Robles. Ex Cárcel de Collipulli: Juan Bautista Millalen Milla. Juan Patricio Marileo Saravia; Florencio Jaime Marileo Saravia, (ambos hermanos se encuentran con Reclusión Nocturna). Centro de Estudio y Trabajo de Victoria: Juan Carlos Huenulao Lienmil; José Serafín Cuevas Levicura; Carlos Alejandro Cayupe Aillapan. Centro Detención Penitenciaria de Traiguén: José Daniel Caiguan Nehuelpi; José Belisario Llanquileo Antileo (con libertad de fin de semana). Centro de Cumplimiento Penitenciario (CCP) de Temuco: Antonio Onofre Cadin Huentelao; Mauricio Armando Huaiquilao Huaiquilao. Centro Penitenciario Femenino (CPF) de Temuko: Juana Rosa Calfunao Paillalef. Cárcel Concesionada de Llancahue, Valdivia: Miguel Ángel Tapia Huenulef; Ignacio Andrés Gutiérrez Coña; Waikilaf Cadin Calfunao. Wenvy / amigo chileno prisionero por solidarizar con la lucha Mapuche: Complejo Penitenciario de Concepción “El Manzano”: Javier Enrique Navarro Jorquera. Y hace unos días atrás fue encarcelado, y enviado también a dicho Complejo, Héctor Llaitul.
Una de las aberrantes paradojas chilena: la aplicación de la Ley “antiterrorista” de Pinochet a nuestra Gente y los asesinatos de Rodrigo Catrileo Quezada, Alex Lemun Saavedra, Julio Huentecura, Zenón Díaz Necul, Luis Lican y su madre. Asesinatos hasta ahora impunes porque la Justicia no ha condenado a los culpables, salvo en el caso del asesinato de Juan Domingo Collihuin Catril, en la comuna de Imperial.
Elicura Chihuailaf
Stgo., Julio de 2009