Estudios sobre literatura aérea

La citroneta voladora












por Samuel Maldonado





“Poemas de Servilleta”
de Jórge Gomez Arismendi.


La joven poesía invisible esta referida a esos autores que no figuran en los cánones normales, en los círculos académicos o amplios movimientos regionales como es la Descentralización Poética. Los jóvenes literatos actuales eclosan versos a borbotones, como un río desprendido de la retina
sin una condición reguladora de la razón. Es decir, una gran dosis del viejo istmo surrealista, lo que ya es una condena.

Ante la presencia de los grandes monstruos, ultra canonizados, sucumben al peso de la historia y de las escuelas cimentadas con el tiempo. Es cierto, el peso generacional puede destruir, aplastar a lo nuevo o, empujarlo a categorías de lo eternamente emergente, lo nunca consolidado.

Lo nuevos poetas deben "decantar" sus propuestas y no buscar referentes, lo cual es una atadura. Comparaciones que son un vicio odioso. A diferencia de los poetas de mediados del siglo XX, por esa época se manifiestan corrientes de  poesía neovanguardista, religiosa apocalíptica, testimonial de la contingencia y etnocultural, que dan paso a las primeras tendencias  de una poesía metapoética, urbana y sexuales. Las reflexiones en torno a lugares descentralizados, periféricos a pesar de la mentada globalización y una fuerte crítica a la modernidad; sin embargo, a su vez, ligados a una estética de la virtualidad, a la apropiación de los lenguajes, discursos, bibliografía, cultura de masas y alta cultura  circulan libremente. Este es el desencanto que no adscribe a una discursividad  maestra, como lo expresa Patricia Espinosa en su análisis al respecto.

POEMAS DE SERVILLETA

Jorge Gómez Arismendi, periodista, es uno de estos jóvenes emergido de las nuevas generaciones y que buscan dar testimonio de su época. En trance de depuración, despliega versos evocativos, pero con una dosis metapoética urbana, de golpe crítico a la sociedad en su ironía se resiste a abandonar las líneas láricas  o la influencia huidobriana.

Sus versos tienen una significación de soledad absoluta, aunque su trama heterogénea y corpus poético en formación, abundan quiebres estilístico como un recurso de aceleración; pero abusa de los copulativos innecesarios.   Existen señales de subversión binaria, desconcierto, inseguridad y la cristalización una poesía social.

La producción marca la reflexión en torno al hacer y decir poético, por medio de un intertexto  de giro radical. Cada sílaba, palabra o verso, necesitan de ciertos parámetros esenciales, buceos lumínicos, apropiación de múltiples registros por la presencia del desencanto social y la consolidación de una columna vertebral. Abunda la situación, situacionismo en un discurso de cuño contingente; pero asume la denuncia como una microtragedia.

En “Bocanadas” dice:
“Soy incoherente, bohemio, latente
estoy esguinzado en una esquina oblicua….”

En “Gotas de esperanza”, canta con evocación:
“La tierra agrietada suplica el llanto del cielo
las lenguas secas ya no pueden clamar tus lagrimas….”

En el poema “Cazador” conjuga la esencia poética:
“Cazador de memorias,
buscando en el bosque de los recuerdos
alguna presa incauta.

Cazador de Ilusiones
Tempestiva visión nocturna
Apuntando un rifle hecho de letras.

Cazador de sueños
Perdido en almohadas esquizoides
Sábanas manchadas de lágrimas.”

Inconfundible la reflexión ancestral de la poética joven, por eso recomiendo un aumento de la lectura, de ejercitar la capacidad sintética de los versos, propuestas que se distingan por sus poéticas de manifiestos contingentes, crisis de paradigmas, en un periodo dominado por las leyes del mercado.

Jorge Gómez está armando su territorio y le esperan grandes jornadas, a su preocupación metafísica, el fracaso continuo y el desencanto, están  hibridizados con la nostalgia derivados de actos surrealistas, la razón es mejor consejera para no atomizarse.  No podemos responder a cualquier violencia simbólica mediante la palabra que responde a la hegemonía que trazo fronteras "insalvables".

Debo reconocer la persistencia poética de su pluma, el discurso profundo de los símbolos, y la libertad espiritual de sus intenciones.

Hechura de poeta la tiene de sobra, este libro es el primer paso al infinito, hacia las grandes iluminaciones del espíritu.