Reportajes
MOLINA: MOVIDA BOHEMIA Y AGRÍCOLA
La comuna que nació con un no se qué
por Pilar González
periodista
Con una historia ligada fuertemente a la vitivinicultura y un montón de artistas que ganan fondos culturales a nivel nacional, relacionándose con Santiago y Talca en una continua transferencia de información, Molina luce una magia que ni sus propios habitantes se explican. Al entrar en ella se descubren aspectos de una provincia que parece haber nacido con alma de gran ciudad. El Periódico “El Lontue” de la familia del artista visual Rubén Reyes , algunas radioemisoras y hasta un canal de televisión por cable dan cuenta que la gente que vive allí tiene motivaciones sociales y culturales que la distinguen , sin desconocer que la globalización ha hecho transformaciones en estos campos.Fue una de las primeras comunas de la provincia de Curicó que contó con locales de Internet en pleno centro, es el lugar donde la bencina se mantiene unos pesos más baja, mientras en todo el país sube. Algunos la definen como la ciudad del vino y del arte. Más del 40 por ciento de sus habitantes se dedica a la actividad agrícola de temporada, con una cesantía que se acentúa durante gran parte de los meses de invierno. En ese mismo contexto surgen inquietudes de vidas paralelas, de personas que nada tienen que ver con el campesinado, pero que de igual forma se nutren con el paisaje, quizás con el aire que tienen tan cercano a la cordillera en Parque Inglés, ese pedazo de tierra y pozas de agua, distante a 45 kilómetros de Molina.
La plaza, centro social por excelencia, resume la idiosincrasia de los molinenes. De día y de noche acoge a familias, jóvenes y ancianos con gente que conversa, que se reúne, muchos de ellos venidos de los campos. Bares y restoranes, rodean el entorno y a diferencia de otros pueblos están hechos para sus habitantes, los que acuden sin importar la hora como si estuvieran de visita en un lugar desconocido.
El pintor y profesor de piano, Eduardo Vera dice que la plaza ha sido el lugar de entretención de los molinenses debido a la costumbre que generó la música en vivo de la banda de Molina, la que actuaba los fines de semana como el único elemento de recreación. . “A fines de los ochenta fue llevada por el ex alcalde Sergio Correa de la Cerda a Curicó. Ese fue un desacierto, nosotros sentimos que algo que nos pertenecía fue sacado de raíz. Cuando ya no estuvo más se hizo necesario reemplazarla y ahí se creó el orfeón de Molina, el que fue integrado por jóvenes talentos que eran los mismos niños que antes escuchaban a la banda”. Ese antecedente, comenta Vera tiene una fuerte ligazón con el nacimiento del grupo de jazz “ 3 X Luka, Jazz Band ” que se formó con seis integrantes del orfeón. El grupo que es reconocido nacionalmente con dos discos en el mercado y numerosos recitales, es todo un referente para las nuevas generaciones de Molina. Lamentablemente por estos días se encuentra en receso y quizás sus integrantes ya no estén en condiciones de volver a ser los integrantes de ella. Otro grupo de jóvenes que hacen rock, “Los Guateros Galácticos”, han desarrollado una investigación para difundir música antigua de la zona. Si bien no son tan conocidos como los “3X luka Jazz Band!, están demostrando interés por recuperar parte de la historia musical de la comuna, comenzando a trabajar en composiciones propias.
Así han crecido varios músicos: rockeros, folclóricos, románticos, los que han tenido como escenario el Festival de la Vendimia de Molina y el Folclórico de Lontué, instancias que nacieron originalmente apoyadas por las viñas como un regalo por la buena cosecha, pero que con el tiempo pasaron a ser tomadas por el municipio para potenciar el turismo.
No hay que olvidar que también en Molina nacieron destacados personajes. En el área de la plástica Laureano Guevara, Premio Nacional de Arte y la familia Ántunez del pintor y premio nacional de arte Nemesio Antúnez. “Creo que el activo desarrollo, no solo en la música sino en el teatro, en la danza y en la plástica que distingue a Molina, radica en el hecho que hubo una formación educacional fuerte de parte de los profesores, por lo que se dan las condiciones para que la gente se fortalezca y haga crecer su talento”, sostiene Eduardo Vera
MOLINA: TIERRA DE VINOS
El gusto de su gente por el vino que aparte de tener alguna relación con la bohemia- poética es uno de los problemas sociales que afecta a gran parte de la población y viene arraigado históricamente por el trabajo agrícola que generan las viñas, las que han estado instaladas desde tiempos pasados, marcando las vidas de muchos molinenses.
El pintor autodidacta Gaston Tobar, es uno de los personajes que con mayor claridad puede explicar parte de la identidad molinense. De esa que habla de la esencia del pueblo, porque se ha dedicado a pintar los letreros que dan vida a locales, calles y señaléticas. “Somos una comuna agrícola hay algo de folclor en cuanto al colorido de las casas de los negocios. Acá llega mucha gente del campo a la ciudad, por eso hay muchos bazares, además de las cantinas y los bares. Como somos una zona vitivinícola hay una tendencia genética al alcoholismo. Casi todos los jóvenes tienen una dependencia alcohólica, no tan grave, pero la hay y se debe a que la gente es temporera y a veces no hay pega, entonces es como un escape. Poner un local de venta de alcohol es negocio, tu pones un bar y lo más probable es que te va a ir bien. No hay fuente de trabajo para los jóvenes está la temporada solamente y los bares son una evasión, lo mismo que los antiguos prostíbulos estos que se ubican calle Agua Fría que no son frecuentados por jóvenes, pero si por campesinos que viene a gastar la plata en vino y en ver a alguna mujer. Son parte de la vida cotidiana algunos tienen más de 50 años, muchos eran boliches, aunque varios han ido desapareciendo”
JAVIER ZEPEDA, SAXOFONISTA
Hace varios años que se vive fuera de Molina en Santiago y Valparaíso y aunque quiera siempre vuelve a la ciudad que lo vio crecer a tocar saxo en la plaza o donde se lo pidan. “Molina es campo, la plaza y el vino. Lo que distrae a todo el mundo es la plaza. Desde siempre se ha escuchado música allí y la gente viene desde lejos en bicicleta porque es el lugar para encontrase con los amigos para hacer algo distinto. Yo cuando chico estudiaba en Curicó y me decían eres de Molina ¿Qué hay en Molina? artistas y copete es como que eres artista o eres borracho”.
ARTISTAS DE VANGUARDIA
Gastón Tobar perteneció a una generación de pintores e instaladores que por los años 80 repercutieron con fuerza en la sociedad de Molina. Allí estaba Rubén Reyes, quien realizó performances e instalaciones en pleno pueblo, mostrando sus desechos de semen y excrementos además de exposiciones que intervinieron la ciudad, Mauricio Gutiérrez, con sus reflexiones estéticas, tomando en cuenta la provincia con el tema de la industria agrícola desde la reforma agraria y Eduardo Vera, con sus pinturas dibujos y grabados que han recorrido europa. Tobar al igual que otros amigos se quedó en Molina mientras los que pudieron se fueron a estudiar. Mauricio Gutiérrez, artista visual y profesor de diseño, quien ha desarrollado toda una red de información desde la periferia hacia el centro, llevando su arte a Santiago y a Talca, explica que parte del fenómeno que se da en Molina con una comunidad agrícola y con otra inquieta en el arte, puede asociarse al hecho que muchos jóvenes decidieron en un momento salir a estudiar varios de ellos “arte” para después volver a compartir experiencias con los que no salieron nunca de allí. A mediados de la década de los 80 un grupo de jóvenes van a Santiago a estudiar arte y después vuelven a hacer exposiciones y a partir de ahí los que quedaron acá son nutridos por estos estudiantes que volvieron y eso ha generado una producción cultural bastante novedosa en la región, porque Molina un pueblo pequeño con fuerte influencia agrícola y de repente llegan estos artistas llamado a hacer arte contemporáneo el que no replican ni reproducen en el paisaje tradicional, sino que toman su contexto. En mi caso yo tomo el contexto local para reflexionar sobre la modernidad la contemporaneidad el hombre actual, pero también la mirada parte del paisaje y de las personas, viendo como impacta la tecnología por un lado como se generan grupos de trabajo, los temporeros y lo que acontece y eso ha sido interesante, además que estos artistas se han vinculado con otros de la región y eso ha enriquecido la mirada es que de alguna manera es como regional. Claro hablamos de Molina que es rural, pero de hecho el valle central la región del Maule tiene ese carácter”
CORPORACION CULTURAL
En la actualidad ha habido un auge en la cultura por la fuerte iniciativa que dispuso el ex alcalde Juan Carrasco con su asesora la bailarina de danza, Odette Pávez, ambos ahora fuera del municipio por la elección de la alcaldesa Mirta Segura. Aun no se sabe que va a pasar con la Corporación Cultural, la que tuvo un importante desarrollo en la cultura local. Mención aparte es el problema legal que se está viviendo en materia administrativa, pues habría algunas irregularidades que son materia de sumario en estos momentos.
Lo que hay que destacar es que mientras duró la gestión de la Corporación Cultural con el ex alcalde Juan Carrasco hubo un movimiento interesante tanto para los artistas como para la comunidad en general. Talleres, actividades en el teatro municipal con cine, espectáculos de arte escénico, intercambios regionales etc son parte de esa gestión que la nueva administración tendrá que tomar en cuenta a la hora de decidir por el trabajo de cultura para la comuna de Molina.
La plaza, centro social por excelencia, resume la idiosincrasia de los molinenes. De día y de noche acoge a familias, jóvenes y ancianos con gente que conversa, que se reúne, muchos de ellos venidos de los campos. Bares y restoranes, rodean el entorno y a diferencia de otros pueblos están hechos para sus habitantes, los que acuden sin importar la hora como si estuvieran de visita en un lugar desconocido.
El pintor y profesor de piano, Eduardo Vera dice que la plaza ha sido el lugar de entretención de los molinenses debido a la costumbre que generó la música en vivo de la banda de Molina, la que actuaba los fines de semana como el único elemento de recreación. . “A fines de los ochenta fue llevada por el ex alcalde Sergio Correa de la Cerda a Curicó. Ese fue un desacierto, nosotros sentimos que algo que nos pertenecía fue sacado de raíz. Cuando ya no estuvo más se hizo necesario reemplazarla y ahí se creó el orfeón de Molina, el que fue integrado por jóvenes talentos que eran los mismos niños que antes escuchaban a la banda”. Ese antecedente, comenta Vera tiene una fuerte ligazón con el nacimiento del grupo de jazz “ 3 X Luka, Jazz Band ” que se formó con seis integrantes del orfeón. El grupo que es reconocido nacionalmente con dos discos en el mercado y numerosos recitales, es todo un referente para las nuevas generaciones de Molina. Lamentablemente por estos días se encuentra en receso y quizás sus integrantes ya no estén en condiciones de volver a ser los integrantes de ella. Otro grupo de jóvenes que hacen rock, “Los Guateros Galácticos”, han desarrollado una investigación para difundir música antigua de la zona. Si bien no son tan conocidos como los “3X luka Jazz Band!, están demostrando interés por recuperar parte de la historia musical de la comuna, comenzando a trabajar en composiciones propias.
Así han crecido varios músicos: rockeros, folclóricos, románticos, los que han tenido como escenario el Festival de la Vendimia de Molina y el Folclórico de Lontué, instancias que nacieron originalmente apoyadas por las viñas como un regalo por la buena cosecha, pero que con el tiempo pasaron a ser tomadas por el municipio para potenciar el turismo.
No hay que olvidar que también en Molina nacieron destacados personajes. En el área de la plástica Laureano Guevara, Premio Nacional de Arte y la familia Ántunez del pintor y premio nacional de arte Nemesio Antúnez. “Creo que el activo desarrollo, no solo en la música sino en el teatro, en la danza y en la plástica que distingue a Molina, radica en el hecho que hubo una formación educacional fuerte de parte de los profesores, por lo que se dan las condiciones para que la gente se fortalezca y haga crecer su talento”, sostiene Eduardo Vera
MOLINA: TIERRA DE VINOS
El gusto de su gente por el vino que aparte de tener alguna relación con la bohemia- poética es uno de los problemas sociales que afecta a gran parte de la población y viene arraigado históricamente por el trabajo agrícola que generan las viñas, las que han estado instaladas desde tiempos pasados, marcando las vidas de muchos molinenses.
El pintor autodidacta Gaston Tobar, es uno de los personajes que con mayor claridad puede explicar parte de la identidad molinense. De esa que habla de la esencia del pueblo, porque se ha dedicado a pintar los letreros que dan vida a locales, calles y señaléticas. “Somos una comuna agrícola hay algo de folclor en cuanto al colorido de las casas de los negocios. Acá llega mucha gente del campo a la ciudad, por eso hay muchos bazares, además de las cantinas y los bares. Como somos una zona vitivinícola hay una tendencia genética al alcoholismo. Casi todos los jóvenes tienen una dependencia alcohólica, no tan grave, pero la hay y se debe a que la gente es temporera y a veces no hay pega, entonces es como un escape. Poner un local de venta de alcohol es negocio, tu pones un bar y lo más probable es que te va a ir bien. No hay fuente de trabajo para los jóvenes está la temporada solamente y los bares son una evasión, lo mismo que los antiguos prostíbulos estos que se ubican calle Agua Fría que no son frecuentados por jóvenes, pero si por campesinos que viene a gastar la plata en vino y en ver a alguna mujer. Son parte de la vida cotidiana algunos tienen más de 50 años, muchos eran boliches, aunque varios han ido desapareciendo”
JAVIER ZEPEDA, SAXOFONISTA
Hace varios años que se vive fuera de Molina en Santiago y Valparaíso y aunque quiera siempre vuelve a la ciudad que lo vio crecer a tocar saxo en la plaza o donde se lo pidan. “Molina es campo, la plaza y el vino. Lo que distrae a todo el mundo es la plaza. Desde siempre se ha escuchado música allí y la gente viene desde lejos en bicicleta porque es el lugar para encontrase con los amigos para hacer algo distinto. Yo cuando chico estudiaba en Curicó y me decían eres de Molina ¿Qué hay en Molina? artistas y copete es como que eres artista o eres borracho”.
ARTISTAS DE VANGUARDIA
Gastón Tobar perteneció a una generación de pintores e instaladores que por los años 80 repercutieron con fuerza en la sociedad de Molina. Allí estaba Rubén Reyes, quien realizó performances e instalaciones en pleno pueblo, mostrando sus desechos de semen y excrementos además de exposiciones que intervinieron la ciudad, Mauricio Gutiérrez, con sus reflexiones estéticas, tomando en cuenta la provincia con el tema de la industria agrícola desde la reforma agraria y Eduardo Vera, con sus pinturas dibujos y grabados que han recorrido europa. Tobar al igual que otros amigos se quedó en Molina mientras los que pudieron se fueron a estudiar. Mauricio Gutiérrez, artista visual y profesor de diseño, quien ha desarrollado toda una red de información desde la periferia hacia el centro, llevando su arte a Santiago y a Talca, explica que parte del fenómeno que se da en Molina con una comunidad agrícola y con otra inquieta en el arte, puede asociarse al hecho que muchos jóvenes decidieron en un momento salir a estudiar varios de ellos “arte” para después volver a compartir experiencias con los que no salieron nunca de allí. A mediados de la década de los 80 un grupo de jóvenes van a Santiago a estudiar arte y después vuelven a hacer exposiciones y a partir de ahí los que quedaron acá son nutridos por estos estudiantes que volvieron y eso ha generado una producción cultural bastante novedosa en la región, porque Molina un pueblo pequeño con fuerte influencia agrícola y de repente llegan estos artistas llamado a hacer arte contemporáneo el que no replican ni reproducen en el paisaje tradicional, sino que toman su contexto. En mi caso yo tomo el contexto local para reflexionar sobre la modernidad la contemporaneidad el hombre actual, pero también la mirada parte del paisaje y de las personas, viendo como impacta la tecnología por un lado como se generan grupos de trabajo, los temporeros y lo que acontece y eso ha sido interesante, además que estos artistas se han vinculado con otros de la región y eso ha enriquecido la mirada es que de alguna manera es como regional. Claro hablamos de Molina que es rural, pero de hecho el valle central la región del Maule tiene ese carácter”
CORPORACION CULTURAL
En la actualidad ha habido un auge en la cultura por la fuerte iniciativa que dispuso el ex alcalde Juan Carrasco con su asesora la bailarina de danza, Odette Pávez, ambos ahora fuera del municipio por la elección de la alcaldesa Mirta Segura. Aun no se sabe que va a pasar con la Corporación Cultural, la que tuvo un importante desarrollo en la cultura local. Mención aparte es el problema legal que se está viviendo en materia administrativa, pues habría algunas irregularidades que son materia de sumario en estos momentos.
Lo que hay que destacar es que mientras duró la gestión de la Corporación Cultural con el ex alcalde Juan Carrasco hubo un movimiento interesante tanto para los artistas como para la comunidad en general. Talleres, actividades en el teatro municipal con cine, espectáculos de arte escénico, intercambios regionales etc son parte de esa gestión que la nueva administración tendrá que tomar en cuenta a la hora de decidir por el trabajo de cultura para la comuna de Molina.
Pilar González Langlois (1974). Periodista y reconocida gestora cultural independiente, destacando como una de las personalidades ligadas a la cultura local y regional desde fines de los '90. Fundadora de la ya, legendaria Agrupación Cultural "Francisco Villota", entidad que destaca por el importante legado literario y artístico que marcó una época en la ciudad de Curicó. También ha desempeñado su labor periodística en medios como EL Mercurio y El mostrador. Actualmente sigue ligada a la gestión cultural.


