REPORTAJES:
Retazos de la histórica y pintoresca ciudad del Nororiente brasileño
SALVADOR DE BAHIA: EL COLORIDO DE UNA CIUDAD CAUTIVANTE

por Rodolfo de los Reyes R.
periodista(*)


La barroca ciudad se encuentra permanentemente en éxtasis ya sea por los carnavales que pueblan todo el año, o por los ritos africanos y las numerosas fiestas religiosas mezclas de cristianismo y paganismo ancestral que otorgan un deslumbrante colorido a esta zona que se proclama como la “Tierra de la felicidad”.


Salvador Bahía fue la primera ciudad de Brasil, fundada hace 509 años y por siglos fue su Capital. A casi dos mil kilómetros al Norte de Río de Janeiro, se emplaza en los bordes de la tropical Bahía de Todos los Santos, donde se encuentran una decena de edénicas islas, encabezadas por la Isla Itaparica, la más grande del Archipiélago. Pese a que es una urbe de tres millones de habitantes, tiene un dejo provinciano que permite tranquilidad y reposo, ante el sempiterno calor de todo el día. La temperatura promedio anual es de 29º, lo que incentiva refrescarse en las cálidas y claras aguas de sus costas. De hecho desde las seis o siete de la mañana, muchas de sus bellas playas reciben a centenares de bañistas que gozan de su frescura. Y es que Bahía tiene un ritmo tranquilo, de goce y placer, presente en cada uno de sus habitantes.


El Corazón de Brasil

Se dice que Salvador de Bahía es el corazón del Brasil profundo, el espíritu ancestral de la cultura brasileña, cuya raíz es la potente herencia africana, fusionada al mundo vernáculo. Es la música, los bailes, las religiones y la gastronomía africana expandida y presente en todo el País, originada en esta ciudad que en épocas pasadas recibió barcos repletos de esclavos africanos que llegaron con toda su telúrica influencia. Se calcula que entre 1600 y 1850, cinco millones de esclavos negros llegaron a estas costas. Muchos de ellos se quedaron en Bahía, como ejemplo el 90% de la población es de raza negra, un 8% son mulatos y mestizos y sólo el 2% son blancos. Esta abrumadora presencia negra ha determinado la cultura de Bahía y Brasil, y el maravilloso colorido, sensualidad, estética y vibrante sentido místico es la herencia presente en el devenir cotidiano de Bahía, espíritu poderosamente palpable.


La Arquitectura

Dado la inmensidad de esta ciudad, los contrastes existen por doquier, en especial lo moderno que se levanta con impetuosidad ante una abrumadora herencia colonial imperturbablemente protegida por las leyes y el deseo de la comunidad que mantienen a Bahía como un museo gigante y abierto. En 1985, la UNESCO la declaró Patrimonio de la Humanidad, por su riquisíma vastedad de construcciones coloniales, bella y barrocamente levantadas como testimonio de una época de bonanza y prosperidad. Son impresionantes las edificaciones, los barrios, las plazas y las iglesias, verdaderas obras de arte que cautivan a quienes pueden admirarlas.

Se dice que en Bahía existe una iglesia para cada día del año. Y en cierta medida es verdad, esto es porque se erigen 125 bellas y antiguas iglesias, las cuales celebran cada una un carnaval que a lo menos dura tres días, de ahí el dicho cobra impresionante veracidad. Entre estos numerosos templos, están las más bellas, antiguas y ricas de Brasil, mención especial merecen la Iglesia de Bonfini, por su imaginería religiosa y su fama de milagrosa que atrae devotos de toda la región, la iglesia La piedad por su pasado histórico, la Iglesia Rosario de Negros, antiquísima y depositaria de valiosos tesoros religiosos, cuya existencia ha estado presente en la historia de Brasil; también merecen mención la Iglesia de San Francisco Orden Tercera, una fastuosa construcción barroca del siglo XVII que guarda importante documentos históricos y algunos tesoros. Pero la más importante de todas es la iglesia San Francisco, construida al lado de la anterior. Este templo posee todos sus muros, tallados, iconos religiosos y cielos, laminados con oro puro, a la vez que se encuentran incalculables obras de arte, entre ellas un mural gigante que data de 1723 y que muestra toda una cosmovisión religiosa ecléctica, mixta y fusionada. Cuenta con resguardo policial y lamentablemente está prohibido tomar fotografías en su interior.

PELOURINHO

Este es el inmenso barrio que cautiva y donde late fuerte el corazón de bahía al ritmo de la música afro de Olodum, conjunto que cuenta con centenares de integrantes y que es el orgullo de Brasil, de los ritos religiosos o del ágil Capoeira. Aquí el pasado quedó intacto con múltiples colores, puesto que se conserva el conjunto arquitectónico colonial más grande de América Latina. Sitio de intensa vida cultural, turística y bohemia, la magia de sus callejuelas encumbradas y empedradas la ha convertido en uno de los mayores atractivos. Aquí también se levantan casi medio centenar de las iglesias más hermosas y antiguas. Pero el corazón de este barrio sin igual, es la calle conocida como Largo de Pelourinho donde convergen dos calles empedradas, para continuar en una arteria de adoquines y en pendiente. Aquí en la punta del diamante se encuentra la Casa Fundación de Jorge Amado, el escritor más famosos y prestigiado del País carioca, que hizo de toda su prolífica literatura una apasionada adoración de su ciudad natal, de la cuál nunca se separó. Más abajo, por la pendiente se encuentra la Iglesia Rosario de Negros, bella y antigua, testimonio de la historia agitada de este pueblo. En esta zona se han tejido las mayores tragedias y alegrías de este pueblo apasionante.



Las Paradisiacas Playas

Si el colorido de la ciudad, la intensidad de su cultura, la belleza de su arquitectura, no fueran suficientes para bendecir a sus habitantes y cautivar a los turistas, existen numerosas playas de exuberante belleza repartidas por toda la zona. Una de ellas es Prai do Forte, conocida como la Polinesia brasileña por sus extensos kilómetros de playas con bosques de palmeras, arrecifes y piscinas naturales. También son muy bellas las que existen en las islas de Frades y de Itaparica, pertenecientes al archipiélago de la Bahía de Todos los Santos.

Así es Salvador de Bahía, un universo multicolor donde la historia y el pasado, exótico y barroco convive con la naturaleza sensualmente exuberante.
(*)Biografía del autor en entradas y etiquetas de poesía