LA REDACCIÓN DE REVISTA POETAS CURICANOS

ACUSA RECIBO DE...

BOBBY RESPONDE A SUS ACÉRRIMOS DETRACTORES...

por Bobby,
el ochentero desenfrenado

Siempre he pensado -sí, los automóviles también nos ejercitamos en el bello arte de la elucubración- que los caminos más complejos para un proletario del transporte terrestre como yo han de ser, en esencia, las grandes carreteras y que, contrario a lo que parezca, conspiran para el buen rodar de mis neumáticos que dicho sea de paso, por estos plazos los exhibo nuevos; me compraron el juego de marca "Chiang-tong" (no Chantón, como dijo una picada trola por ahí; picada digo, ya que el aro de ese tan "chileno" vehículo se descontinuó hace un lustro más, menos). No se trata de que el rodar por tan prodigiosos caminos sea complejo por las viscicitudes con que el capital acomete a los usuarios y en pro de esto, sean los concesionarios quienes argumenten que "por la seguridad, se paga", como si esta o cuál carretera sin sus mesiánicos peajes, fuese significado de una verdadera bolsa de gatos. Digo esto, pues aunque cueste creerlo, mis dominios son y serán siempre las pedregosas vías rurales y los caminos i por las letras menos usadas del alfabeto para identificar vías de comunicación (por lo menos, despues de la F) a esos destinos en los cuales, nunca falta una vulcanización que no solo se dedique al neumático tubular, el taller de chapas, el maestro eléctrico que preste los cables para un puente o el mecánico con la llave de bujías. Por mi parte y dada mi "conciencia social", me reconforta servir a mis paisanos que a la vera del camino necesitan un aventón, como el chicuelo de pómulos partidos por el sol que va a la escuela, la madre rural que lleva a su retoño al control del niño sano, la veterana que va a "matear" donde otra octogenaria y sin ir más lejos, el "gañan" de ojotas y talón rajado que con picota y pala al hombro, regresa a la "choca" de la tarde. Algunos dirán que a un ochentero como yo los caminos de ripio y tierra terminarán por dejarme a "llanta pelada", pero debo decir que fuera de tener mi motor impecable con el último cambio de empaquetadura de culata, tengo todos los ruídos al día (y los papeles también).

Pero aunque el componente romántico y criollista se me de mas que por comodidad, por placer, es menester a veces y a pesar de los años dejar de lado ese componente de provincianismo aumentando el kilometraje por lo que se estila -"a la altura de los tiempos"-, le dicen. Entonces y aunque mi desvencijado motor no corra a más de 80 en carretera y la carrocería vibre a más no poder (ya me lo dijo un furgón chino del año por ahí: "Usted, socio, se queda cojo en carretera, le falta la quinta") prefiero morir en la mía y darle con todo.
Airadas voces de protesta, recados no muy académicos, vociferaciones a vista y paciencia de los transeúntes, atentados con miguelitos, pedradas a los parabrisas, acusaciones varias y mucho resquemor hacia mi estructura causó el artículo anterior donde, concienzudamente, me dí en referir a la antología del "Encuentro nacional de poesía: pero en Talca". Apenas aparecí por la oficinas de la redacción, fuí llevado al garage dónde el editor me cantaría el rosario: por un momento pensé en que me quedaba sin más fletes, pero al rato recibí el golpecito en el techo por parte del equipo editorial como tambien por la serie de correos electrónicos que avalaban lo escrito y manifestado en mi "democrática" sección. Palabras más, libros más y libros menos, debo decir no en mi defensa, sino en honor a la libertad de opinión, que en materia de gustos no hay nada escrito pero sí, en lo que a presentación de una edición se refiere. Ese es mi principal argumento., somero por lo demás.


Me llamó la atención un correo llegado a la edición por parte de una poeta de la ciudad del trueno acusándome de ser un practicante del tan conocido deporte nacional del "chaqueteo" por escribir un artículo, según ella, tan "aportillador". Claro que mas adelante reconoció que el libro en cuestión aun no era visto por ella como para juzgar sobre lo que hablaba ¡Plop!, me dije. Tan mal no estoy... Otro escribió llamándome, literalmente "picado" por no ser capaz la ciudad de Curicó de producir algo de esas características. Chauvinismo barato y lo que es peor, provinciano. Una lectora aseguró que en Talca tendrían los curicanos las puertas cerradas "per secula" a cualquier evento y acción literaria. Fascismo aturdido se le llama a eso. Otro, y a la par curicano, aseveró que en el artículo no había crítica ni referencia, que no quedaba nada claro y que no se orientaba al lector en cuanto a la calidad del material de la antología... creo que no leyó el artículo entonces cuando me detengo en el origen y procedencia misma de los trabajos que en la publicación aparecen. Por último, y como nota folklórica, el editor me contó que recibió otra nota de protesta por parte de un vate talquino respecto de la rivalidad futbolística entre ambas ciudades, génesis según él de tan opaco artículo.
Como se lee, cero alcance en lo que a mi planteamiento de fondo se refiere la casi totalidad de las críticas. Digo casi, pues rescaté para este artículo las que me parecieron más decidoras en cuanto al desconocimiento y obtusión intelectual, un rasgo de provincianismo tan arraigado y diametralmente transversal a nuestra conservadora realidad regional. Hago hincapié en este punto pues no deja de llamar la atención el desasosiego que provocó un artículo de estas características en personas que están de lleno en el mundo literario local y con ansias no menores (se quedan lamentablemente en las ansias...) de salir en la plenitud de un vuelo y caer en la escena nacional de las letras; el espanto se apoderó de estos letrados individuos ante un simple articulillo aparecido en una recóndita revista literaria de provincias. Extraño y contraproducente, por no entrar a catalogar la bárbara actitud dentro de los conceptos a que el psicoanálisis social obliga. Extraño y contraproducente, reitero, que este tipo de prácticas y que deben ser las normales (la crítica) para una sociedad democrática y libre genere ataques colectivos de urticaria en personas que pretenden abrirse camino en el siempre complejo mundo de las letras, de la "canalla" literaria como me dijo alguna vez el editor. Me pregunto ¿Qué harán cuándo alguna de sus obras llegue a los ojos de un crítico peso "heavy weigth" y no "welter" como yo? ¿Como reaccionarán cuando el talento, que tanto se dan en "derrochar" se les caiga como orines pantalones y medias abajo?, ¿Volverán a la provincia a llorar la incomprensión?, ¿Se retirarán de una vez y para siempre de las letras? (Con la ignoracia que demuestran, favor que le harían). Complicada la cosa, a qué decir.
Me quedo con dos cosas para el remate: una poeta de las que escribió, se quejaba hace un tiempo de que en la región no había crítica seria... ¿espera ella a que con esas actitudes resucite el mismísimo Alone?. Lo otro, y aunque el cliché de Don Quijote mientras hablaba al buen Sancho sobre el ladrido de los quiltros sea citado por enésima vez... parece cierto ahora más que nunca.